Leer y descubrir

La Ciudad de las Bestias

Isabel Allende

    • 1. Escribe en su lugar los siguientes nexos:

      hasta, sino, a pesar de que, desde, donde, para que, por, aunque, tal como, de

      Cada uno partió en la dirección señalada Walimai.
      El ascenso el laberinto la base del tepui no fue difícil, las gradas eran muy empinadas.
      Los astronautas sabían que no era azul, infinitamente profundo y oscuro.
      Respiró con todo su ánimo el aire limpio le llenara el pecho.
      Esa destreza provenía de un lugar de calma dentro de su corazón, se hallaban los atributos nobles su animal totémico.
      no podía ver la altura, calculó que el hoyo en el centro del tepui era pequeño.
      El dragón alado estaba en su rincón, lo vieran la primera vez.

    • 2. Relaciona los americanismos con los términos usuales en español estándar:

      patatas
      andrajosos
      tortas
      manzanas, islas de viviendas
      perezoso (animal)
      cobertizo grande
      auriculares
      estropeado
      habitación
      altavoz, megafonía
      mantas, colchas
      descompone, marea


    • 3. Escoge el sinónimo de entre las cuatro posibilidades:

      lisonjas
        perorando
      decrépito
        postergar
      profusamente
        fétido
      arrogante
        ubicarse
      cimitarras
        despercudiéndose
      parihuela
        perorata


    • 4. Relaciona los términos metafóricos o figurados con sus respectivos significados:


      Los golpes de tambor [en su pecho]

      [Los árboles] eran pilares de una magnífica catedral verde

      Observó el paisaje con sus ojos de oro

      Entraron a un dédalo de hojas palpitantes

      El interior del tepui era un archivo ecológico

      Palos de humo y ruido

      Pájaros de ruido y viento

      Tripas de acero


    • 5. Indica de qué clase son las proposicioes subordinadas adverbiales destacadas (comparativas, causales, consecutivas, condicionales o concesivas):
      Los grandes caracoles eran tan coloridos que de lejos parecían flores.
        comparativa causal consecutiva condicional concesiva
      Era un ser indefenso, porque le faltaba velocidad para atacar, escapar o protegerse.
        comparativa causal consecutiva condicional concesiva
      Estaban tan hambrientos que las devoraron [las frutas] sin hacer preguntas.
        comparativa causal consecutiva condicional concesiva
      Los ánimos de los expedicionarios estaban tan caldeados como el clima.
        comparativa causal consecutiva condicional concesiva
      No pensaba salir de allí sin su nieto, aunque tuviera que recorrer todo el Amazonas a pie.
        comparativa causal consecutiva condicional concesiva
      Tuvo que desprender a Borobá de su lado [...] porque no aguantaba su calor.
        comparativa causal consecutiva condicional concesiva
      Algunas [orquídeas eran] tan fragantes que apenas se podía respirar en su proximidad.
        comparativa causal consecutiva condicional concesiva
      Sería pagada al regreso, siempre que cumpliera bien.
        comparativa causal consecutiva condicional concesiva
      Sólo disponían del día siguiente [...], porque sin falta al anochecer él debía volver al mundo exterior.
        comparativa causal consecutiva condicional concesiva
      También sobrevolaban la zona con helicópteros, a pesar de que Kate Cold les hizo ver que el ruido espantaría a los indios.
        comparativa causal consecutiva condicional concesiva