Lecturas

Nada (Carmen Laforet)

La crítica

1. La repercusión de Nada en su autora


"La fama adquirida tan repentinamente provocó en la escritora cierto agobio, y el malestar que sentía fue el primer indicio de su fobia al éxito y sus servidumbres. Carmen se volcó en su familia, tras casarse con Manuel Cerezales, como se ha adelantado, al año siguiente de la publicación de Nada, y el matrimonio tuvo, casi seguidos, cinco hijos: Marta (1946), Cristina (1948), Silvia (1950), Manuel (1952) y Agustín (1957). Todos ellos estudiaron en el Liceo Francés, uno de los pocos colegios de Madrid que, por sus peculiaridades y dentro de unos límites, se podían mantener a cierta distancia de lo que el Régimen disponía en materia de educación. En una de las cartas que Carmen Laforet le envió a su colega Ramón J. Sender, iba una fotografía en la que la escritora aparece sonriente y con una guitarra en la mano, rodeada de sus vástagos, en una estampa que parece la propaganda más firme de la felicidad doméstica. (...) Carmen Laforet contribuyó con sus libros a hacer menos mediocre su época, un tiempo oscuro construido sobre la muerte, el cautiverio y el exilio, hecho más de ausencias que de presencias y lleno de pomposas medianías en el que la aparición de obras como Nada o La isla y los demonios contribuyó de forma decisiva a crear una especie de oasis en medio de aquella España patética del franquismo, gobernada por el miedo y empobrecida por la censura. La parte más celebrada de su trabajo abarca menos de una década, desde su fulgurante aparición como ganadora del Premio Nadal, en 1945, hasta la publicación de la novela corta Los emplazados, en 1954."

ROSENVINGE, Teresa y PRADO, Benjamín. (2004).Carmen Laforet. Vidas literarias.
Barcelona: Omega. P. 55 y 123.


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